Víctor le dice a María…Abre la ventana y deja que el sol alumbre por todos los rincones de tu casa…
Desde la Fundación Víctor Jara trabajamos todos los días para abrir las ventanas y las puertas de los espacios clausurados para el reencuentro y la memoria, como lo estamos haciendo con el estadio que lleva su nombre. Lo empezamos a hacer ahora desde nuestra nueva casa, abriendo nuevos espacios para la conversación, las artes y la celebración de la vida. No podemos ni queremos andar este camino solos, necesitamos de todos, las comunidades organizadas y las personas. Pero también del estado, con un apoyo decidido a esta tarea que no tiene mercado en donde apoyarse, que es una tarea de la nación en su conjunto.
Los caminos de la memoria no siempre son rectos y luminosos. Muchas veces son sinuosos y otras tantas nos conducen a senderos sin salida y casi siempre son cuesta arriba. Por eso mantener viva la memoria de Víctor Jara es un constante caminar, construir y reconstruir los caminos, no se puede dar nada por definitivo o asentado. Y lo que vale para nuestro Víctor, bien vale para la memoria de toda nuestra historia de violaciones de derechos humanos, en dictadura y también ahora en democracia.
El Estado debe jugar un rol de sustento a los procesos y trabajos por la memoria. No queremos que el estado realice o conduzca este trabajo que le corresponde a la sociedad civil organizada, pero exigimos que lo apoye decididamente con recursos para que abramos cientos de espacios de memoria que hoy están arrojados a la suerte de familiares de Detenidos Desaparecidos y ejecutados que están cansados y agobiados porque el estado se desentiende de sus obligaciones. Es urgente una ley de Sitios de memoria o de conciencia que de sustento y continuidad a los que organizadamente trabajan para que todo un país nunca olvide, para que los chilenos y chilenas sepan la verdad y luchen por la justicia pendiente.
Este es el tamaño del desafío que deberá encarar el nuevo gobierno que será electo este 17 de diciembre. Si no lo asume es nuestro deber, nuestra obligación y compromiso empujar los límites de este territorio en disputa hasta lograr pleno reconocimiento. Por eso no da lo mismo quien asuma el nuevo gobierno.
Abramos la ventana de nuestra conciencia y nuestro corazón para que la luz del sol ilumine nuestras decisiones, porque como le dice Víctor a María…nuestra vida no ha sido hecha para rodearla de sombras y tristezas.
Cristián Galaz
Director Ejecutivo Fundación Víctor Jara
Noviembre 2017