El taller gratuito de la Fundación Victor Jara cerró su segundo ciclo tras seis meses de ejecución y lo hizo realizando un mural que exige justicia ante la desaparición de la defensora ambiental mapuche Julia Chuñil.
El pasado 25 de octubre, en los alrededores de la población La Victoria de Pedro Aguirre Cerda, tras seis meses de duración finalizó el taller Memoria y mosaico: mujeres en trozos de colores de la Fundación Victor Jara. Durante una jornada de muralismo y mosaico, las participantes del curso junto a sus talleristas, Nataly Vargas y Grisel Rico, realizaron una intervención colectiva en un muro. En la acción artística también se sumó la colaboración del colectivo Memoria Popular.
Alrededor de 8 horas estuvieron realizando en este mural, el que es el resultado de meses de aprendizaje y de trabajo de este taller que tuvo su primer ciclo el 2024 y continuó este 2025. Este curso —financiado por el Programa Sitios de Memoria, de la Unidad Sitios de Memoria, del Servicio Nacional del Patrimonio— estuvo enfocado en mujeres mayores de 40 años y tenía como uno de sus objetivos principales acompañar a las participantes a través de la escucha activa para fortalecer la transmisión oral y la colectividad. La técnica del mosaico fue utilizada como herramienta de arte terapia, pero además, como un paso hacía la autovalía y la autogestión.

Sesión de preparación para la jornada de cierre del taller «Memoria y mosaico: mujeres en trozos de colores»
De acuerdo a Nataly Vargas, una de las talleristas del curso, «la importancia de esta última parte del proceso fue que las estudiantes aprendieran a instalar en la calle, desde escoger el muro, poder fraguar. Con esta intervención callejera visibilizamos y reivindicamos a Julia Chuñil». Recordar que la defensora ambiental mapuche Julia Chuñil desapareció el 8 de noviembre de 2024 y hasta el día de hoy no es hallada. La mujer de 62 años era presidenta de la Comunidad Indígena Putreguel y se encargaba de la defensa del bosque nativo y la protección de tierras ancestrales mapuche en las comunas de Máfil y Los Lagos, en Región de Los Ríos.
La compañera de funciones de Nataly Vargas, Grisel Rico, destacó la labor de acompañamiento que tenía como uno de los objetivos principales de esta continuidad del taller: «El acompañamiento se enfocó en la individualidad, los duelos políticos y familiares. Como herramienta usamos las flores de bach». Además, detalló que «se entregaron las herramientas del mosaico pensando en que las participantes tengan una proyección laboral. No se trata solo de un trabajo interno, sino que también este curso busca que ellas tengan autovalía y que dentro de lo colectivo, puedan generar una propuesta de trabajo. No solo entregamos un apoyo desde lo histórico, sino que también abarcamos el tema de salud mental, que se desemboca a través de un trabajo con la técnica del mosaico».

En la foto está Lily Heredia cortando cerámica para el trabajo final del taller
Lily Heredia fue una de las participantes del taller de Memoria y mosaico, y en esta última actividad, sostuvo que «ojalá muchas mujeres tengan la oportunidad de poder experimentar esto, porque en las casas no lo tenemos. El encierro en la casa no te lo da. El encierro en la casa nunca te hará sentir volar como hemos volado en mente, en conocimiento y en compartir». Heredia también comentó que «ojalá que muchas mujeres tengan la oportunidad de experimentarlo. Nuestra obra es una maravilla que me hace sentir orgullosísima por todas mis compañeras y nuestras monitoras. Agradezco mucho a la Fundación Victor Jara», concluyó.
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