Con una exposición finalizará este sábado 18 de enero el segundo ciclo de talleres textiles en el Sitio de Memoria Estadio Victor Jara

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Luego de tres meses, los talleres de creación de arpilleras y telar mapuche tendrán su cierre con una exposición abierta al público para conocer el trabajo realizado por sus participantes.

Este sábado 18 de enero se realizará el cierre del segundo ciclo de talleres textiles de la Fundación Victor Jara con una exposición de los trabajos realizados por las participantes de los cursos de creación de arpilleras y telar mapuche. La muestra se realizará en el Sitio de Memoria Estadio Victor Jara desde las 16 hasta las 19 horas con acceso liberado.

Durante tres meses los grupos de nivel principiante y continuidad desarrollaron obras de estos oficios textiles recogiendo la memoria colectiva, las luchas sociales y los derechos humanos.  Un proyecto financiado por Fondart Región Metropolitana, actividades formativas, convocatoria 2024.

Matilda es una de las integrantes del nivel principiante del curso de creación de arpilleras y para ella esta experiencia ha sido muy grata: “Hemos formado una colectividad entre todas y compartido entre todas. Lo que más me ha enseñado este taller es que somos más que personas trabajando en las clases, sino que también somos experiencias, vivencias e historias distintas que todos tenemos que contar”. 

Por su parte, Pamela, quien también es del nivel principiante pero del taller de telar mapuche comentó que “ha sido muy gratificante conocer a las compañeras, se ha formado un grupo muy bonito de mujeres, todas muy motivadas en el aprendizaje, en la generosidad. El conocimiento que nos entregan las profesoras ha sido un súper desafío, no ha sido nada fácil, pero al mismo tiempo estar todos los sábados acá y tener este espacio para uno ha sido súper gratificante”. 

Pamela además señaló que “es muy satisfactorio darle movimiento a este sitio de memoria y dar a conocer el trabajo de la Fundación Victor Jara, el legado que nos ha dejado Victor y Joan, darle color, movimiento y sentido a este espacio de memoria ha sido uno de los objetivos también del taller”.

Profundizar los conocimientos

Entre julio y octubre del 2024 se desarrolló el primer ciclo de talleres textiles y algunas estudiantes continuaron en el segundo ciclo para profundizar sus conocimientos. Camila es una de ellas, y decidió estar en el nivel continuidad del curso de telar mapuche: “Decidí estar en el segundo ciclo para poder profundizar conocimientos y darle continuidad al trabajo, porque siento que es un trabajo profundo que requiere de bastante tiempo. De hecho, les comenté a mis compañeras que me gustaría que este taller pudiese continuar, hacer una suerte de escuela de oficios”, detalló la participante.

“Me parece que este taller es un muy buen aporte, porque genera acceso a estos conocimientos (del telar mapuche) a los cuales no siempre se puede acceder, por temas económicos o por tiempo y aquí te entregan todos los materiales; las enseñanzas de las profesoras son muy claras, realizan un acompañamiento hacia nosotras y eso genera un muy buen ambiente”, agregó Camila. 

Ali Vera, participante del nivel continuidad del curso de arpilleras contó que en las clases de todos los sábados “nos juntamos para hablar de la memorias del sitio de memoria, de las memorias del país, pero también de nuestras memorias, lo que nos ayudó bastante a nosotras. Así que estamos muy agradecidas de esta instancia que nos abrió las puertas y sobre todo porque son gratis. Ojalá esta instancia se pueda seguir dando a través del tiempo para que más mujeres puedan vivir lo que vivimos nosotros durante estos meses”, concluyó. 

Estrechar los lazos

Durante diciembre se realizó una convivencia entre ambos cursos, el de arpilleras y el telar mapuche para estrechar los lazos entre las integrantes, sus monitoras y el equipo de trabajo de la Fundación Victor Jara. Una instancia para conocerse y compartir experiencias. 

De acuerdo a Rocío Guajardo, encargada de cultura del Sitio de Memoria Estadio Victor Jara “la instancia estuvo pensada para reunirnos, conocernos entre las distintas personas que están practicando los distintos oficios textiles en el sitio de memoria. También la idea era que pudieran conocer al equipo que trabaja en este espacio”. 

Por otra parte, señaló que “otro de los objetivos centrales era poder monitorear su proceso de aprendizaje y darles todas las herramientas y las posibilidades para poder tener un feedback de su parte para poder saber cómo les está yendo en los talleres”, sostuvo Rocío Guajardo. 

Proyecto financiado por Fondart Región Metropolitana, actividades formativas, convocatoria 2024.

GALERÍA DE FOTOS:

Con una íntima ceremonia finaliza el taller de mosaico en el Sitio de Memoria Estadio Victor Jara

Con un enfoque terapéutico y artístico culminó el curso con la entrega de diplomas a sus 14 participantes que destacaron la oportunidad que les brindó el taller, agradeciendo el espacio de sanación y creación.

El pasado viernes 20 de diciembre se realizó el cierre del taller gratuito “Memoria en trozos de colores” desarrollado por la Fundación Victor Jara junto a las monitoras Grisel Rico y Nataly Vargas en el Sitio de Memoria Estadio Victor Jara, un curso orientado hacia mujeres mayores de 40 años para trabajar sus fracturas y dolencias desde un enfoque terapéutico y artístico. 

El proyecto que fue financiado por el Programa Sitios de Memoria, de la Unidad Sitios de Memoria del Servicio Nacional del Patrimonio, tuvo una duración de tres meses y se realizó en el espacio que antes fuera una confitería dentro del ex Estadio Chile, centro de detención, tortura y exterminio durante la dictadura de 1973. Dicha confitería es un espacio sensible para el actual sitio de memoria, ya que allí, de acuerdo a Rocío Guajardo, encargada de cultura, «algunas de las mujeres que estuvieron detenidas en el ex Estadio Chile han reconocido que en ese lugar sufrieron violencia política-sexual, es por ello que con este taller se quiso resignificar este lugar, creando y sanando desde el arte y las memorias para así tener reparación».

Grisel Rico y Nataly Vargas señalaron que “este taller tiene sus raíces en el trabajo artístico terapéutico donde también trabajamos con el cooperativismo y nos fuimos tejiendo entre todas como una forma de potenciar una propuesta de desarrollo a través de esta metodología”. Ambas talleristas también destacaron que “lo importante de este trabajo es lo colectivo, tenemos compañeras que en la etapa del mosaico no podían trabajar haciendo los cortes necesarios para poder tomar una tenaza, cortar una pieza, pero nos organizamos de tal manera que habían compañeras que cortaban piezas y otras las pegaban, así que todas éramos parte del todo que culminó en este mosaico”.

El marco del curso fue situarlo desde la reflexión de experiencias vividas en el periodo de la dictadura (1973-1990), pero también abarcando el estallido social de 2019 y épocas complejas personales que transitaron mujeres adultas: “Utilizamos la técnica del mosaico relacionándolo con el tema de la ruptura, de todo lo que en algún momento se puede romper, de igual manera lo podemos reconstruir y por eso elegimos específicamente esta técnica. Es una forma también de ver que el arte es reparatorio, es una deuda que se tiene con nuestra gente y que también hay que retomarla, especialmente después del proceso del estallido, son cosas que tenemos que mantener en la memoria”, sostuvieron Rico y Vargas acerca del enfoque del taller. 

Comentario de Elizabeth P., una de las participantes del taller de mosaico

Un trabajo colectivo y terapéutico

Catorce fueron las mujeres que finalizaron el taller y recibieron sus diplomas junto a un presente que contenía trozos de cerámica para elaborar un mosaico. En medio de una íntima jornada se llevó a cabo la ceremonia de cierre, donde las participantes conversaron y expresaron su opinión sobre haber sido parte de este proceso creativo y terapéutico. Claudia Miranda fue una de ellas, quien agradeció la experiencia describiéndola como “súper gratificante, ya que junto a nuestras compañeras compartimos nuestras vivencias, nuestra memorias, donde hablamos también de lo que sucedió aquí en el estadio y eso nos sirvió para ir acompañándonos en este proceso. Aprendimos a trabajar colectivamente y ese es el camino que tenemos que seguir.

(De izquierda a derecha) Nataly Vargas, Carolina Miranda y Grisel Rico

Lily Heredia Donoso fue otra de las participantes que comentó su reflexión: “Agradezco este proyecto de la Fundación Victor Jara en donde pude aprender, hablar y conocer la historia de muchas otras mujeres. Gracias a las monitoras Grisel y Naty aprendí a ser más tolerante, más cooperadora y aprendí a sanar heridas familiares que tenía por todo lo que pasó en la dictadura, por venir de una familia militar”, detalló.

“Esta experiencia fue fabulosa para mí, fue un crecimiento que nunca voy a terminar de agradecer, porque yo he participado de muchos talleres, pero esto fue totalmente diferente a lo que yo he hecho. Esto fue realmente engrandecedor, acogedor, con aprendizaje, llanto, risa y muchas emociones. Así que muchas gracias a la Fundación por darnos esta oportunidad que me permitió crecer personalmente”, concluyó Lily Heredia Donoso sobre su proceso en el taller de mosaico.

(De izquierda a derecha) Nataly Vargas, Lily Heredia Donoso y Grisel Rico

El mosaico que desarrollaron las participantes del curso pretende instalarse en la fachada de la confitería del Sitio de Memoria Estadio Victor Jara para luego tener una gran inauguración con quienes lo elaboraron en compañía de sus familiares y núcleos de amistades.

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Con un íntimo conversatorio la Fundación Victor Jara conmemoró el Día Internacional de los Derechos Humanos

La conversación giró en torno al trabajo artístico desde la memoria y los derechos humanos.

El pasado 10 de diciembre, en el contexto del Día Internacional de los Derechos Humanos, la Fundación Victor Jara realizó un íntimo conversatorio junto a artistas que trabajan desde la perspectiva de las memorias y los derechos humanos para reflexionar y revisar las experiencias de manera colectiva.

Participaron de la actividad Carlota Riveros, titiritera de marionetas e intérprete de teatro en miniatura; la ilustradora Francisca Yáñez; Francisco Villa, trovador y director del Coro Popular de Recoleta. Y además, Grisel Rico y Natalia Vargas, talleristas del curso de mosaico «Mujeres en trozos de colores» que se realiza actualmente en el Sitio de Memoria Estadio Victor Jara. Ambas son además parte de la Escuela Carnavalera Chinchintirapié.

Grisel Rico y Natalia Vargas comentaron brevemente de su trabajo en Chinchintirapié, una escuela que tiene un vínculo con Joan y Victor Jara, teniendo una visión de promover la cultura y las artes “desde la educación popular, desde los territorios, y no desde la perspectiva del espectáculo ni del show”, señalaron. Así también, indicaron que la Escuela lleva 18 años trabajando desde la autogestión.

Las talleristas explicaron, además, el foco de trabajo del curso de mosaico que desarrollan desde agosto en el Sitio de Memoria Estadio Victor Jara: “Lo interesante es que desde el mosaico trabajamos desde el término de la ruptura, del trozo, de cómo podemos quebrarnos pero aún así podemos reconstruirnos. Y eso a las chicas que son parte del taller les ha servido mucho, quienes también han fortalecido el trabajo colectivo, ayudándose mutuamente cuando, por ejemplo, a las adultas mayores que, por dolencias físicas, les dificulta cortar, otras compañeras cortan, mientras que ellas pegan el trozo”.

Carlota Riveros, artista callejera dedicada a las marionetas en miniauta

Por su parte, Carlota Riveros, previo a compartir su experiencia, presentó su obra en miniatura Luchín que narra la historia tras la canción del mismo nombre que escribió Victor Jara para su álbum La Población (1972) y que en su letra describe la cotidianidad de un niño que vive en las tomas de Barrancas.

Riveros contó cómo fue el proceso creativo de su obra de Luchín. “Primero Luchín fue un lambe-lambe, es decir, dentro de una pequeña caja cerrada se sitúa la representación teatral de las marionetas, por ende, quienes veían la obra quedaban demasiado sensibles con la historia, la mayoría terminaba llorando”, comentó la titiritera. “Por eso, decidí transformar el escenario, y contar este relato desde una maleta abierta”, aseguró. 

“Contar la historia de Luchín fue porque yo estando en Francia, sentí la necesidad de recordar, de volver a mi memoria, porque me estaba reseteando. Y bueno, Victor Jara para mí representa a mis padres, hermanos, tíos y nuestra historia como país”, reflexionó Carlota Riveros. 

Francisca Yáñez, ilustradora

La artista visual Francisca Yáñez detalló sobre su trabajo desde la ilustración de libros con enfoque a los derechos humanos, infancias y migración, principalmente. “Al trabajo que he estado realizando últimamente lo he denominado como La memoria histórica como pequeños destellos de lo infraordinario, y bueno, este último término se relaciona mucho con lo que trabajan las compañeras (Grisel, Natalia y Carlota)  micromarionetas, los trocitos de mosaico. Y esas son las historias que a mí me interesan desarrollar, lo pequeño, lo que no está en los grandes relatos”.

Yáñez además comentó que desde su experiencia laboral ha reconocido que las infancias de todo el mundo tienen la misma sensibilidad y las mismas inquietudes frente a los temas. “Los prejuicios hay que meterlos al bolsillo, ellos se conectan mucho con el presente, lo que es ahora. Y eso me parece una conexión con la memoria, porque para mí, la memoria es todos los tiempos al mismo tiempo”.

La coautora de libros como Los derechos de los niños (2018) reflexionó y sostuvo que dentro del mundo de la memoria y los derechos humanos se debe evitar la idea de los “50 años del Golpe de Estado” ya que la dictadura estuvo por 17 años y sus efectos siguen vigentes, por ende, es presente y nos convoca a todas las generaciones. Yáñez también resaltó la necesidad y la importancia de abrir los espacios y hablar con quienes piensan diferente para que las discusiones sobre derechos humanos no queden cerradas en los grupos que ya comprenden esta pedagogía.

Francisco Villa, trovador y director del Coro Popular de Recoleta

Por último, el trovador y director del Coro Popular de Recoleta, Francisco Villa, relató su experiencia dentro de la música y de la influencia de Mario Baeza Gajardo -quien fuera director y fundador de múltiples coros en Chile como el de la Universidad de Chile- en su visión y misión de trabajo.  

Villa rememoró una  conversación que tuvo con Baeza, donde este le dijo que tenía el anhelo de hacer cantar a todas las personas, no solo a quienes ya saben cantar, porque “no se trata de hacer cantar a los cantantes, el canto no es monopolio de los cantantes, si queremos un mundo mejor, tiene que cambiar todo el mundo, porque el canto es una necesidad biológica del ser humano. Yo quisiera hacer cantar a todo Chile”, le dijo Baeza a Francisco Villa.

Fue a partir de ese diálogo que el trovador decidió crear el Coro Popular de Recoleta, conformado por personas adultas mayores, quienes además estuvieron presente durante la actividad y participaron de ella, comentando las experiencias relatadas e interpretando las canciones de Victor Jara El alma llena de banderas y El Cigarrito.

Esta tierra nuestra (1965). Un corto documental sobre la Reforma Agraria musicalizado por Victor Jara

corto documental reforma agraria

“Yo hago surcos a la tierra sin parar” (“El arado”, 1967).

 El reciente hallazgo efectuado por la Cineteca Nacional de Chile de un cortometraje sobre la Reforma Agraria, musicalizado por Víctor Jara en 1965, constituye una importante recuperación audiovisual, y nos permite recordar algunos aspectos de su obra y de quienes compartían preocupaciones similares en el período.

 El cortometraje, titulado “Esta tierra nuestra”, fue dirigido por Javier Rojas, y trata sobre el contexto en el que el presidente Eduardo Frei Montalva presentó al Congreso la nueva Ley de Reforma Agraria en noviembre de ese mismo año, promulgada en julio de 1967. A través de sus imágenes y sonidos, la película nos habla de las expectativas sobre el futuro, al mismo tiempo que nos permite subrayar un momento clave en la cronología de Víctor Jara, cuando este comenzaba a definir los aspectos de un trabajo con el cual se comprometería también durante los próximos años.

 El período de la Reforma Agraria que va desde 1962 a 1967 –entre la primera ley durante el gobierno de Alessandri y la Ley 16.640 presentada por el gobierno de Eduardo Frei—, fue un tiempo en el que se acentuó la necesidad de desarrollar una economía agraria e industrial, liberando al campo de las antiguas relaciones sociales del latifundio.

 Este proyecto provenía de las raíces de una sociedad urbana y moderna, caracterizada no obstante por profundas tensiones y contradicciones en los modos de mirar el campo y entender la urgencia de su transformación. Los dirigentes, académicos, artistas y representantes de distintas instituciones estatales se acercaron al mundo campesino, entre otras cosas, como sitio de una economía subdesarrollada, como objeto de nostalgia por las tradiciones arcaicas o, por el contrario, como espacio vivo desde el cual proyectar una identidad hacia el futuro.

 Notablemente, este mismo tiempo en el que se profundiza la Reforma, y que aparece en las inquietudes del cortometraje de 1965, fue también en el que Víctor Jara desarrolló una extensa y fundante labor artística, estrechamente ligada a su forma de interpretar al campesino, y que se expresó en el teatro y en su música. Víctor, hijo de campesinos pobres y sin tierra, observó este tiempo con esperanzas, como tantos otros miembros de las clases populares, para quienes la Reforma desplegaba los aires de una sociedad más justa, fundada en el trabajo y la participación  en el progreso de la nación.

Haciendo surcos a la tierra, las raíces del mundo campesino se elevan desde la experiencia de un artista comprometido con los olvidados. 

 “Víctor, hijo de campesinos pobres, era un hombre que amaba la vida y buscaba siempre el contenido de sus canciones entre la gente más olvidada de este país. En las poblaciones urbanas, en las minas, entre los pescadores, las mujeres trabajadoras, entre los campesinos sin tierra y los jóvenes sin trabajo”.  (Joan Jara, Quinquén, 1994)

 En el caso del teatro, Víctor trabajó junto con Alejandro Sieveking en reconocidas obras que acompañan la mirada cultural y política hacia las tradiciones campesinas. Las obras “Ánimas de día claro” en 1962,  y “La Remolienda”, estrenada el mismo año 1965, representan y evocan el presente, a través de los conflictos sociales que se perciben en la sociedad y en el campo. Respecto de “La Remolienda”, señalaba Victor: “Es un juego entretenido, que en el fondo, constituye una explicación de la necesidad que el hombre siente de volver a su origen más puro: el campo, en este caso” (Última Hora, 1965). Ambas obras, en definitiva, enmarcan este período sobre la Reforma, y corresponden también a un tiempo en el que el teatro universitario buscó salir al encuentro de los sectores populares, creando un influyente proyecto cultural y democrático. 

En esta primera mitad de la década del sesenta, Víctor había ya comenzado a colaborar con el conjunto Cuncumén, con quienes grabó en total cuatro discos, y participó en una extensa gira internacional que los llevó a diversos escenarios de la Unión Soviética y de Europa, presentando bailes y músicas campesinas de Chile recopiladas e interpretadas por el conjunto.

Además, se encuentra ya trabajando en sus primeras composiciones, y expandiendo sus intereses artísticos y creativos. En su primer disco solista, publicado en 1967 por el sello Demon, incluye canciones de importante connotación campesina como “El arado” o “El carretero”.

 A esta expansión de sus intereses artísticos responde también el acercamiento de Víctor Jara al cine. Desde la segunda mitad de la  década de 1950, el trabajo de cineastas asociados a la Universidad Católica y a la Universidad de Chile se aúna a los esfuerzos noticiosos de ChileFilms, generando un conjunto diverso de proyectos audiovisuales, muchos de ellos interesados por retratar la vida de los campesinos y del pueblo chileno. Además de la musicalización de esta película, Víctor Jara se acercó al cine posteriormente en otros momentos, ya sea mediante proyectos experimentales como fue el video de “Vamos por ancho camino” de Hugo Arévalo en 1972, o  colaborando con música para programas de televisión.

 A pesar de que aún desconocemos las condiciones específicas del trabajo de Víctor Jara en el cortometraje “Esta tierra nuestra” –alentando con ello nuevas exploraciones en el extenso archivo de su obra—, podemos ver y escuchar en este ejemplo el deseo de experimentar con todos los medios creativos, liberando las raíces del pueblo de las restricciones tradicionales, y haciendo del campo el objeto de nuevos proyectos de una sociedad democrática y justa, que reencuentra su identidad en la tierra y en los excluidos.  

Archivo Víctor Jara

Comunicado donación Roger Waters a Fundación Victor Jara

A lo largo de nuestra historia como Fundación Victor Jara, son muchas las personas, organizaciones y artistas que nos acompañan y caminan a nuestro lado. Agradecemos siempre su cariño y confianza. 

Dentro de este grupo se encuentra el músico Roger Waters, quien ha apoyado diversas acciones de nuestra organización. Nuestra amistad surge gracias a su conocimiento de la obra de Victor, y su admiración por Joan y su lucha. En noviembre de 2023, Roger Waters se presentó en Chile, y en ese contexto, nos entregó un regalo que nos llenó de alegría y esperanza. Se trató de una muestra de amistad sincera, que nos llegó en medio de la tristeza por la muerte de Joan, nuestra fundadora.  Su donación nos permitirá seguir adelante con uno de nuestros objetivos, construir iniciativas de formación artística y promoción de los derechos de niñ@s y jóvenes, inspirados en los valores y cosmovisión de Victor y Joan.

Hoy, gracias a la generosidad de Roger Waters estamos trabajando en el diseño de becas, talleres, y materiales pedagógicos, los que permitirán junto a colonias culturales, realizar nuestra gran ilusión: la escuela artística para niñ@s Joan Jara. Lo hacemos con la convicción de que las expresiones creativas, generan una transformación maravillosa en el desarrollo integral de las personas.

Esperamos que más temprano que tarde existan en Chile políticas públicas que respondan a las necesidades de la comunidad y sus organizaciones, de los sitios de memoria, de creadores y creadoras existentes a lo largo de nuestro país. Tenemos la fortuna de recibir este impulso fraterno y solidario de un amigo, que nos permitirá dar sostén y proyección a nuestras tareas, consolidando alianzas y trabajo colaborativo. Pero insistimos con urgencia que es el Estado y la autoridad política, quienes deben priorizar la educación, el arte y la cultura como herramientas transformadoras de la sociedad, para construir un mundo mejor.

Fundación Victor Jara

Exposición con fotografías de Víctor Jara podrá ser visitada en La Cisterna durante todo diciembre

La muestra que hace un recorrido por la vida de Víctor Jara estará durante todo diciembre en la Casa de la Cultura Víctor Jara de La Cisterna. El acceso es liberado.  

El pasado 26 de noviembre en la Casa de la Cultura Víctor Jara de La Cisterna se realizó la inauguración de la exposición “El mundo gira y crea porque existe el amor”, la que hace un recorrido fotográfico marcado por nueve hitos sobre la vida, obra y pensamiento de Víctor Jara, los cuales permiten aproximarse a sus vivencias y posturas frente al arte y la sociedad. Todo a través de imágenes y citas de quien fuera cantautor, actor, director de teatro, padre de familia y activista social.

La muestra -que puede ser visitada con acceso liberado y es de autoría de la Fundación Víctor Jara- tiene su origen en la declaración que Víctor dio sobre el amor durante su presentación en julio de 1973 en la televisión peruana, y en una de sus respuestas en una entrevista de la Revista Ritmo en septiembre de 1973, que apareció después del golpe cívico militar bajo el título “Los folcloristas hablan de los valores patrios”.

Gabriel Recabarren, coordinador artístico de la Casa de la Cultura Victor Jara La Cisterna, junto a Amanda Jara, presidenta de la Fundación Víctor Jara.

La inauguración de la exposición fue celebrada con un conversatorio que se desarrolló junto a la presidenta de la Fundación Víctor Jara, Amanda Jara, y Gabriel Recabarren, coordinador artístico de la Casa de la Cultura Victor Jara La Cisterna. 

En dicha conversación, Amanda Jara rememoró y reflexionó en torno al legado y la memoria colectiva en torno a su padre: “Como bien dijo mi mamá para el funeral de mi papá en el 2009: No hemos logrado la justicia oficial, pero el pueblo chileno hizo justicia por Víctor. A Víctor no lo asesinaron, sino que lo sembraron, y eso yo lo vivo a diario con las personas que cantan sus canciones, con un afiche pegado en un lugar de trabajo, con la gente que visita la Fundación, las y los voluntarios de la Fundación. Todo eso es puro amor y ese es el eje central de esta exposición, el amor”, sostuvo la presidenta de la Fundación Víctor Jara. 

La jornada también fue acompañada con la música del Coro Intercultural de La Cisterna y el cantautor Mario Serrano, quienes interpretaron canciones de Víctor Jara como “Te recuerdo Amanda”, “El derecho de vivir en paz” y “Manifiesto”, reuniendo así a la comunidad en torno al legado cultural y humano de Víctor Jara.

El Coro Intercultural de La Cisterna interpretó canciones de Víctor Jara en la inauguración de la exposición.

El encuentro contó con la presencia de vecinos y vecinas, además de la participación del alcalde de La Cisterna, Joel Olmos; Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP Santiago), los y las concejalas Mónica Quezada, Carola Espíndola y Alejandro Urrutia.

La exposición puede ser visitada durante todo el mes de diciembre, de lunes a viernes de 9 a 21 horas y los sábados de 9 a 14 horas, en la Casa de La Cultura Víctor Jara, ubicada en Gran Avenida 8585a. El acceso es liberado.

FINALIZARÁ OBRA INMERSIVA SOBRE VIOLENCIA DE GÉNERO EN EL SITIO DE MEMORIA ESTADIO VÍCTOR JARA

La obra teatral en formato site specific que invita al público a recorrer espacios de memoria, tras la huella del poeta andaluz, termina su recorrido. Con dramaturgia de Leonardo González Torres y dirección de Macarena Baeza y Mario Costa, Teatro La Calderona propone un mundo femenino inspirado en figuras de la dramaturgia lorquiana: Yerma, La Novia y Adela, para abordar la violencia vivida por mujeres en distintos contextos durante nuestra historia reciente.

A través de la pedagogía de memoria, el proyecto financiado por el Programa Ciencia Pública del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, que cuenta con el patrocinio de la Pontificia Universidad Católica a través del Centro de Patrimonio Cultural UC y la Facultad de Artes UC,  se despide con dos funciones  los próximos 28 y 29 de noviembre en el Sitio de Memoria Estadio Víctor Jara, además de un conversatorio en el Museo de La Memoria y DDHH, el 12 de diciembre.

Recogiendo icónicos casos nacionales de violencia contra las mujeres observados bajo el universo simbólico de Federico García Lorca, surge La Casa de Granada, la más reciente creación de Teatro La Calderona que, en formato site specific, invita al público a recorrer espacios de memoria, tras la huella del poeta andaluz. Con sólo dos funciones, gratuitas, previa inscripción, la experiencia escénica llega al Sitio de Memoria Estadio Víctor Jara, los próximos 28 y 29 de noviembre, para finalizar su recorrido, cerrando además con un conversatorio con mujeres de los sitios de memoria participantes en el proyecto, que se llevará a cabo el 12 de diciembre en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos,

Con texto de Leonardo González Torres y dirección de Macarena Baeza y Mario Costa, la obra propone un mundo femenino inspirado en figuras de la dramaturgia lorquiana: Yerma, La Novia y Bernarda, para abordar la violencia vivida por mujeres en distintos contextos durante nuestra historia reciente.

“Es una experiencia teatral inmersiva donde espectadoras y espectadores recorren un sitio de memoria a través de la guía de un detenido desaparecido, como es Federico García Lorca. Van desplazándose para encontrarse con relatos de mujeres que han sido violentadas en distintos períodos históricos, especialmente en la dictadura chilena. El público es protagonista puesto que se transforma en el activador de la acción dramática con su recorrido por seis escenarios dispuestos dentro del recinto, siendo invitado a participar de la ritualidad del teatro a través de pequeñas acciones conmemorativas”, explica su directora, Macarena Baeza. 

Este proyecto es financiado por el Programa Ciencia Pública del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación que busca la socialización del aprendizaje fuera de los espacios formales de educación para su apropiación por las comunidades. Cuenta con el patrocinio de la Pontificia Universidad Católica a través del Centro de Patrimonio Cultural y la Facultad de Artes UC, y la participación de profesionales del ámbito de la pedagogía y artes escénicas de la misma casa de estudios.

“Detrás de la experiencia está un gran equipo de investigadores e investigadoras que hemos trabajado mancomunadamente para producir esta reflexión a partir de la pedagogía de la memoria. Nos interesa mucho poder reflexionar con los públicos de hoy sobre temas vinculados a los derechos humanos y especialmente en la idea de no proseguir con las violencias contra las mujeres”, agrega.

Fotografía por Gabriela Toro

Durante 2024, La Casa de Granada se presentó en Villa Grimaldi (abril), Estadio Nacional (junio), Casa de Memoria José Domingo Cañas (septiembre), para finalizar con estas funciones en el Sitio de Memoria  Estadio Víctor Jara. Cada vez incorporando la investigación realizada por el equipo del proyecto sobre testimonios de violencia cometida contra mujeres para potenciar la dramaturgia y puesta en escena, traduciendo artísticamente la historia y testimonios de cada espacio. 

“Transitar por estos espacios de memoria ayuda a la regeneración y resignificancia de los actos de horror ocurridos ahí. Renovamos el aire y sanamos, de a poco, paso a paso, la herida. A través del canto, la poesía, de la vida de García Lorca –él mismo como un detenido desaparecido del que no se tuvo rastro–; y de las mujeres que describe en sus obras. La Novia Fugitiva, Yerma y este otro personaje tan actual, la Mujer sin ojos que, si bien no fue escrito por Lorca, sí confluye en lo femenino que también estamos en la búsqueda de sanar”, concluye Alejandra Silva, actriz que asume el rol del joven Federico en la puesta.

El proyecto contempla además la realización de talleres con comunidades adyacentes al sitio de memoria como parte de la participación activa que busca la formación en temas de memoria e importancia del respeto a los derechos humanos. Es por ello que su última actividad de cierre será un conversatorio con mujeres de los sitios de memoria participantes en el proyecto, que se llevará a cabo el 12 de diciembre en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos,

COORDENADAS

28 y 29 de noviembre, 19 h
Duración: 80 min (recorrido termina con una once-conversación)
Recomendada para T.E + 16 años
Estadio Víctor Jara
Arturo Godoy 2750, Santiago Centro.

Entrada liberada previa reservas en: [email protected]
Debes llevar una flor y una vela
CUPOS LIMITADOS

Conversatorio

12 diciembre, 11.30 h
Museo de la Memoria y los Derechos Humanos:
Matucana 501, Santiago Centro.

RESEÑA LA CASA DE GRANADA
La obra teatral en formato site specific, invita al público a recorrer espacios de memoria, tras la huella del poeta andaluz Federico García Lorca.  Con dramaturgia de Leonardo González Torres y dirección de Macarena Baeza y Mario Costa, Teatro La Calderona propone un mundo femenino inspirado en figuras de la dramaturgia lorquiana: Yerma, La Novia y Adela, para abordar la violencia vivida por mujeres en distintos contextos durante nuestra historia reciente.

FICHA ARTISTICA

Dramaturgia: Leonardo González
Dirección: Macarena Baeza de la Fuente y Mario Costa Sánchez.
Intérpretes: Alejandra Silva Soto (Joven Federico), Macarena Baeza de la Fuente (La novia fugitiva), M. Jesús López Merino (La mujer sin ojos), Daniela López Peña (Yerma), Manuela Reyes Baeza (Cantante), Martin Rica Mac-Adoo (Guitarra).
Participación especial de: Sara Pantoja Fontecilla (como la voz de Mujeres que se transformaron en piedra), Bernardita Nassar Lavín, (como Yerma), Daniela López Peña, Valentina Mora Martínez, Eloa da Silva Conejeros y Francisca Maturana Díaz (como Mujeres de Piedra).
Gestión del proyecto: Carlos Martínez
Mediación: Cecilia Ramírez Venegas y Clúster de Educación y Patrimonio UC María Francisca Escobar, Andrea Orellana, Javiera Covarrubias, Diego Rojas y Constanza Zamora.
Diseño audiovisual: Jesús Ponce Catalán, Belén Sánchez Recio y María Ovalle Cruz.
Sonido: Martín Rica Mac-Adoo y Manuela Reyes
Composición canciones: Manuela Reyes Baeza.
Diseño y comunicación gráfica: Ximena Ulibarri Lorenzini y Rosa Espinoza Olivares
Diseño de vestuario: Mario Costa Sánchez.
Iluminación y dirección técnica: Matías Segura Soto
Operador de proyecciones: Álvaro Rojas Muñoz
Construcción escenografía: Humberto Minay Minay
Producción técnica: Osvaldo Manríquez Bustos
Fotografías y videos promocionales: Gabriela Toro Faúndes
Prensa: Claudia Palominos

SOBRE LA COMPAÑÍA
Teatro La Calderona es una destacada compañía de artistas de la Facultad de Artes de la Pontificia Universidad Católica de Chile que lleva 14 años en la investigación y puesta en escena del teatro, a partir de repertorios, tanto clásicos (Siglo de Oro Español y Barroco Latinoamericano), como contemporáneos. Sus montajes han sido celebrados por la crítica, y han estado presentes en escenarios de Santiago –como Centro GAM y Teatro UC–; regionales y del mundo, entre los que destaca su presencia en el prestigioso Festival Internacional de Teatro de Almagro en 2013 con Los empeños de una casa y La traición en la amistad. Algunas obras en su trayectoria son: La cruzada de los niños de Marco Antonio de la Parra (2005), Mujeres coloniales de Inés Stranger (2010), El joven burlador de Tirso de Molina (2011), La dama boba, versión animal de Lope de Vega (2014), La cueca de Gil con polainas verdes de Tirso de Molina (2014), La lengua en pedazos de Juan Mayorga (2015), El retablo de las maravillas (2016), La piedra oscura (2019), La vida es sueño (2021) y Canción del ciervo y el niño (2023).

INFORMACIÓN: COMUNICADO PRENSA TEATRO LA CALDERONA
FOTOGRAFÍAS POR GABRIELA TORO

Una entretenida jornada cultural para las infancias se realizó en el Sitio de Memoria Estadio Víctor Jara

La Fundación Víctor Jara realizó la actividad en el Día del Patrimonio para las Infancias, una instancia en la que niños, niñas y sus familias crearon juguetes como un trompetín y una “palomita”, y donde además, disfrutaron con la música en vivo de un carnaval gitano. 

En el contexto del Día del Patrimonio para las Infancias, la Fundación Víctor Jara organizó un taller de creación de juguetes populares que desarrolló Challacarnavalito, colectivo de músicos y artistas de carnaval y nuevo circo. La actividad -con acceso liberado- se realizó el pasado 17 de noviembre en el Sitio de Memoria Estadio Víctor Jara y estaba orientada al aprendizaje de distintos oficios de una manera lúdica y entretenida.

Desde las 11 de la mañana, niñas y niños y sus familias comenzaron a elaborar sus juguetes bajo la instrucción de Paulo Gaete, quien les enseñó cómo crear una trompetín con materiales como tubos de PVC, bolsas plásticas, papel de regalo, cinta adhesiva. Así también, mostró cómo se puede hacer una “palomita”, un juego similar a una cinta. Para su elaboración utilizaron materiales como papel crepé, lana, un globo y arena.

Niños y niñas jugando con las “palomitas” que crearon durante el taller

De acuerdo a Rocío Guajardo, encargada de cultura del Sitio de Memoria Estadio Víctor Jara, “esta actividad tenía por objetivo promover la participación cultural de niños, niñas y juventudes, quienes muchas veces son los más relegados y excluidos de la oferta artística y cultural”. 

Guajardo también comentó que “las y los participantes pudieron conocer el Sitio de Memoria Estadio Víctor Jara, en una jornada que permitió el encuentro de personas de distintas edades, generaciones, madres, padres con sus hijos, o abuelas y nietos. Al finalizar, compartimos la música popular del carnaval gitano, bailamos y disfrutamos de un espacio que puede y debe ser conocido por la comunidad”, detalló sobre la actividad orientada hacia las infancias.

Niños y niñas reconociendo los materiales para crear su trompetín

Por último, la encargada de cultura señaló que la Fundación Víctor Jara trabajará para que el sitio de memoria también sea un espacio cultural para las infancias: “Nuestra tarea es proyectar realizar más actividades como estas hacia futuro. Queremos que el sitio de memoria sea también un espacio para las infancias, las juventudes, la familia y puedan conocer nuestro patrimonio y conocer la historia de lo que ahí ocurrió, generando instancias donde podamos promover una cultura de derechos humanos”, concluyó.

Con danza disfrutaron las niñas y los niños del carnaval gitano realizado por Challacarnavalito en el Sitio de Memoria Estadio Víctor Jara

En la actividad que fue organizada por la Fundación Víctor Jara y financiada por el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, las familias tuvieron la oportunidad de disfrutar de música en vivo de un carnaval gitano de la mano del colectivo Challacarnavalito y además pudieron observar la elaboración de un mosaico del rostro de Víctor Jara realizado por el colectivo Musa.

Fundación Víctor Jara y Universidad de O’Higgins firman convenio para la promoción de la cultura, la memoria y los derechos humanos

Ambas entidades celebraron la alianza con un conversatorio de Amanda Jara, hija del intérprete de “El derecho de vivir en paz”. Además, en la instancia el Archivo Víctor Jara participó del taller “Archivos comunitarios: Encuentro de Archivos, Arte, Memoria y Comunidades”.

El pasado 30 de octubre la Fundación Víctor Jara y la Universidad de O’Higgins (UOH)  firmaron un convenio de colaboración para promover el desarrollo de una cultura de los derechos humanos y así fortalecer el trabajo por la memoria, la búsqueda de la verdad y la formación ciudadana.

La ceremonia que fue realizada en el Auditorio de la Universidad de O’Higgins contó con la presentación del Ensamble UOH, quienes homenajearon al cantautor Víctor Jara interpretando piezas como El Amor es un camino que aparece de repente, El Naranjito y La Partida.

El ensamble UOH homenajeó a Víctor Jara interpretando piezas como El Amor es un camino que aparece de repente, El Naranjito y La Partida.

Fernanda Kri Amar, rectora de la UOH, señaló que este convenio reitera el compromiso que tiene la Universidad con la cultura nacional, así como con los principios de justicia, paz, libertad y solidaridad:

“Este convenio viene a consolidar nuestra labor universitaria con la sociedad chilena, teniendo como norte el compromiso irrestricto de promover los derechos humanos, el desarrollo de las artes en sus distintas manifestaciones, la prevalencia de la memoria como eje crucial en la búsqueda de la verdad, y la formación de nuestras comunidades con miras a avanzar hacia una sociedad cada vez más justa”, aseguró Fernanda Kri Amar, rectora de la UOH.

Amanda Jara participó de un conversatorio por la memoria de Víctor y Joan Jara

Por su parte, la presidenta de la Fundación Víctor Jara, Amanda Jara Turner, señaló que este convenio suscrito con la UOH es de gran relevancia para seguir promoviendo a nivel regional los derechos humanos, el arte y la memoria para la formación del pensamiento crítico de las futuras generaciones:

“Estamos felices de estar acá, y creo que podemos hacer muchas cosas bonitas en la promoción de las disciplinas artísticas, preservando la memoria, pero apartando la melancolía en función de que los jóvenes puedan comprender nuestro pasado desde una mirada más distante con el horror, y especialmente para que las niñas y niños sepan que es posible soñar y crecer en una mejor sociedad. Estamos listos para trabajar junto a la UOH, sostuvo Amanda Jara”.

Un conversatorio por la memoria de Víctor y Joan y un taller de archivos comunitarios

Tras la firma del convenio, Clemencia González, directora de la dirección de cultura, patrimonio y extensión de la UOH mantuvo una conversación con Amanda Jara Turner, hija de Víctor y Joan Jara para conocer detalles de la vida cotidiana de Víctor Jara, sus arraigos, anécdotas, vivencias y sobre todo su pasión por la naturaleza y la vida campesina, desde donde surgió buena parte de sus motivaciones como cantautor popular, según explicó la también presidenta de la Fundación Víctor Jara.

Javier Osorio, encargado del Archivo Víctor Jara

Más tarde, se realizó el taller Archivos Comunitarios: Encuentro de Archivos, Arte, Memoria y Comunidades, a cargo del representante del Archivo Regional de La Araucanía, Sebastián Valdebenito y que contó con integrantes del Archivo Víctor Jara, Cecilia Fuentes, encargada de conservación, y Javier Osorio, encargado de archivo de la Fundación Víctor Jara. 

Cecilia Fuentes, encargada de conservación del Archivo Víctor Jara

Ambos le explicaron a las y los asistentes que eran miembros de archivos comunitarios, aspectos importantes a la hora de clasificar, documentar, y resguardar material de archivo. Una instancia en la que pudieron resolver consultas de la audiencia presente.

Fundación Víctor Jara realiza primera jornada de encuentros de memoria y mapeo colectivo junto a ex presos y presas del ex Estadio Chile

La actividad se realizó en el Sitio de Memoria Estadio Víctor Jara, espacio que durante la dictadura fue utilizado como centro de detención, tortura y exterminio.

El pasado sábado 12 de octubre la Fundación Víctor Jara desarrolló en el Sitio de Memoria Estadio Víctor Jara la primera jornada de la actividad “Encuentros de memoria y mapeo colectivo”. Una instancia de reunión con ex prisoneras y prisioneros políticos que fueron víctimas de la prisión política en el ex Estadio Chile que fue utilizado como centro de detención, tortura y exterminio tras el Golpe de Estado de 1973, y que actualmente es el Sitio de Memoria Estadio Victor Jara. 

Una jornada que está pensada para realizar de manera permanente y permite crear lazos entre las y los asistentes y además con la Fundación Víctor Jara, a través del Sitio de Memoria Estadio Víctor Jara.

Primera jornada de encuentros de memoria y mapeo colectivo junto a ex presos y presas del ex Estadio Chile | Francesca Mateluna

Durante la actividad se realizó un ejercicio de mapeo que tiene como objeto identificar, visibilizar y valorar los espacios e hitos ya conocidos del sitio, información relevante para el resguardo de los valores patrimoniales del edificio como unidad arquitectónica, histórica, y cultural. 

De acuerdo a Ana González, encargada de educación del Sitio de Memoria Estadio Víctor Jara, “con dicha jornada, reafirmamos nuestros compromisos con la memoria, la verdad y la justicia en nuestra historia reciente, y además, durante la actividad se compartieron ideas en pos de proyectar el trabajo que se realiza en dicho recinto hacia las nuevas generaciones”.

Foto por Francesca Mateluna

“En más de tres horas de trabajo, y bajo una metodología participativa y dialogante con más de 20 asistentes, reflexionamos en torno a la memoria, los derechos humanos, las experiencias compartidas, los sueños y las huellas de nuestra propia historia; valorando el que hoy día podamos seguir aportando a la memoria colectiva», concluyó Ana González.

*Actividad financiada por el Programa Sitios de Memoria.

Fotografías: Francesca Mateluna