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celso garrido los siete estados
celso garrido los siete estados

Adiós a Celso Garrido-Lecca

Adiós a Celso Garrido-Lecca

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El compositor peruano, esencial y trascendente, vivió en Chile entre 1950 y 1973. Fue profesor, musicalizador de teatro y colaboró en canciones y proyectos con Victor Jara. Su nombre y su obra han marcado a músicos de todo el continente.

Celso Garrido-Lecca nació en 1926, y se formó en el Conservatorio Nacional de Música de Lima. A los 24 años se trasladó a Santiago para continuar sus estudios en la Universidad de Chile y conoció la influencia del dodecafonismo con Fré Focke, convirtiéndose poco después en profesor de composición. Se integró además como sonidista al Teatro Experimental de la Universidad de Chile, donde realizó musicalización y arreglos para los montajes de los jóvenes elencos de la Universidad. En 1956 participó en los arreglos para El sombrero de paja de Italia, obra del francés Eugène Labiche dirigida por Pedro Orthus, en la que actuaron como extras jóvenes estudiantes, como Alejandro Sieveking o Victor Jara.

Muchos años después, en 1969, fue el encargado de la música de Antígona, una adaptación del clásico de Sófocles realizada por Bertolt Brecht, y que se estrenó en el Teatro de la Universidad Católica bajo la dirección de Victor Jara. Allí ambos trabajaron en conjunto. En el libro Encantadores de serpientes: músicos de teatro en Chile 1988-2011 (2014), de Martín Farías, Garrido-Lecca señala que fue una experiencia especial, y de trabajo colectivo:

Antígona fue bastante hablada con Víctor, el aspecto musical casi como un aspecto narrativo con música de fondo. Había un trabajo de ver el tiempo que duraba tal narración con la actriz o con el actor. Esa quizás es la obra más elaborada en el sentido de un trabajo común”.

Celso Garrido en la piedra del Intihuatana en Machu Picchu, Perú (1975)

Casi un año después, Victor Jara lo invitó a participar también en la obra colectiva Los siete estados, un ballet que había concebido Patricio Bunster, y donde trabajaron varias piezas con músicos de la orquesta sinfónica y el conjunto Inti-Illimani. Ese fue un trabajo esencialmente instrumental, donde Garrido-Lecca incorporó sonidos electroacústicos, pero  —como se sabe— no alcanzó a estar terminado para septiembre de 1973 y nunca fue estrenado.

El trabajo que sí terminó Garrido-Lecca con Victor Jara fueron dos canciones del disco El derecho de vivir en paz, que se grabó entre marzo y  abril de 1971. Como contó el propio Garrido el 2006 en una entrevista a Radio Beethoven, reproducida al año siguiente por la revista Resonancias (2007), a Victor Jara “le faltaban dos canciones para ese disco, entonces me pidió que las hiciera con él. Yo la música, y él iba a poner el texto”. Así nacieron B.R.P. y Vamos por ancho camino, esta última uno de los grandes clásicos de Victor Jara, que fue grabada con músicos de Inti-Illimani, además de ser utilizada en la realización audiovisual de Hugo Arévalo de 1972.

Después de 1973, Celso Garrido-Lecca retornó a Perú, exiliándose paradojalmente en su tierra natal, como señala el investigador Ignacio Ramos (2023). Allí comenzó una segunda etapa de creación artística, con obras como Donde nacen los cóndores (1976) considerada la primera cantata popular peruana. Asumió como director del renovado Conservatorio Nacional de la Escuela Nacional de Música, y promovió en ese lugar el aprendizaje de instrumentos folclóricos con el Taller de la Canción Popular,  fomentando la creación de conjuntos basados en la estructura de grupos chilenos como Quilapayún e Inti-Illimani, como es el caso del peruano conjunto Tiempo Nuevo.

En 1976 hizo un arreglo para ballet de Vamos por ancho camino, que la coreógrafa Hilda Rivera estrenó con el Instituto Nacional de Cultura del Perú, y en 1987 compuso el Cuarteto de cuerdas Nº2 dedicado a la memoria de su amigo Victor Jara. Se mantuvo activo hasta avanzada edad, y esta semana falleció a los 99 años. 

La experimentación y la búsqueda de expresión basada en las músicas latinoamericanas, así como un profundo sentido del valor y la defensa de la cultura popular, sostuvieron en Celso Garrido-Lecca un acercamiento constante a la innovación y la identidad. A través de los recursos de la música dodecafónica, de la música electroacústica, del folklore andino o de la canción comprometida, su comprensión de la libertad cultural y política más allá de todas esas etiquetas inspiró la creación de Victor Jara y de muchas y muchos otros artistas latinoamericanos a través del tiempo.  

*Foto de portada: Preparación los Siete Estados. Bunster en primera fila y se ve trabajando la música a Celso Garrido, Horacio Durán, Patricio Castillo, Horacio Salinas y Victor Jara (1973) | Archivo Victor Jara.

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