Jóvenes y su experiencia en el taller de serigrafía de la Escuela Popular de la Fundación Victor Jara: «No es un curso superficial»

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El taller gratuito de serigrafía, que marca el puntapié inicial de la Escuela Popular: jóvenes, memoria y derechos humanos, ha sido sumamente valorado por sus participantes, recalcando en la relevancia del aprendizaje teórico y práctico de este oficio como de la memoria en torno a los DD.HH.

Desde mediados de mayo se desarrolla en el Sitio de Memoria Estadio Victor Jara el taller de serigrafía que es parte de la Escuela Popular: jóvenes, memoria y derechos humanos de la Fundación Victor Jara y que busca que sus participantes exploren, aprendan y reflexionen, a través de esta técnica gráfica, sobre la relevancia de la memoria y los derechos humanos en la actualidad; además de adquirir herramientas teórico-prácticas acerca de la serigrafía y su proceso creativo.

El proyecto es posible gracias a la donación del músico Roger Waters y está en línea con el trabajo que está realizando la Fundación, el que tiene un enfoque pedagógico sobre las infancias, juventudes, artes, culturas, memorias y derechos. Otras iniciativas han sido los talleres de fotografía digital, composición musical y las colonias culturales «Girasol». La coordinadora del Sitio de Memoria Estadio Victor Jara, Mariela Llancaqueo, aseguró que «creemos que a través de estos cursos, contribuiremos a generar espacios seguros, donde niños, niñas y adolescentes puedan explorar su creatividad, reflexionar sobre sus derechos, sus problemáticas y necesidades. Así también, puedan aprender diversas técnicas que les permitan expresar y compartir su opinión”, enfatizó Llancaqueo.

De acuerdo a Francisco Sutherland, profesor del taller de serigrafía, «los fines de este taller es que las y los estudiantes ocupen a la serigrafía como una herramienta de comunicación, difusión o denuncia para que sea un vehículos para transmitir sus pensamientos e ideales a la sociedad».

También señaló que en el curso se ha realizado un repaso histórico del diseño gráfico en Chile para que reconocieran cómo ha evolucionado desde los 60 y cómo tras el Golpe de Estado de 1973 hubo un cambio, «ya que antes había un mensaje mucho más amable, solidario y colectivo, pero después se transformaron en diseños más de logotipo y más abstractos que llamaban más bien al individualismo. Ha sido relevante transmitirles que este oficio ha ido sobreviviendo a las tecnologías digitalizadas y que además tiene un carácter popular y comunitario. Por lo demás, es más amigable con el medioambiente y más ecológica», agregó el docente.

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Fotografía de una de las sesiones del taller de serigrafía

En el curso también se han dado reflexiones sobre estar en un sitio de memoria como lo es el Estadio Victor Jara. Para Emilia Vilches, integrante del taller, lo que más le ha gustado de este curso es que «no es superficial, ya que hemos conocido el contexto histórico de este estadio, de los derechos humanos, y la historia tras el arte de la serigrafía. Otra cosa que encontré bacán fue que hicimos todos desde cero, como los bastidores, los diseños, todo fue hecho a mano».

Por su parte, para su compañero Nacho comentó que una de las razones para inscribirse fue que las clases fueran gratuitas: «La oportunidad de entrar a un taller de serigrafía gratuito me interesó mucho, porque este es un oficio caro. El taller me ha parecido muy bueno, el profesor es un amor y las funcionarias del Estadio Victor Jara son muy amables, siempre están dispuestas a ayudar. También conocer a otres, otras y otros jóvenes que están interesados en la serigrafía es algo único y muy lindo para construir comunidad».

La Escuela Popular: jóvenes, memoria y derechos humanos de la Fundación Victor es un proyecto que se extenderá abriendo nuevas convocatorias para otros cursos con otros oficios artísticos.

GALERÍA DE FOTOS:

Con una exposición fotográfica y musical finalizan los talleres juveniles de la Fundación Victor Jara

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Las y los participantes de los talleres juveniles de fotografía digital y de composición musical presentaron el resultado de sus proyectos personales y colectivos en el Sitio de Memoria Estadio Victor Jara.

Tras seis semanas de formación y aprendizaje, el pasado 26 de julio finalizaron los talleres artísticos juveniles de la Fundación Victor Jara que se desarrollaron en el Sitio de Memoria Estadio Victor Jara y contó con los cursos de introducción a la fotografía digital y de composición musical, «Musicaliza tus ideas». El primero fue impartido por Boris Ramírez, mientras que el segundo por Lisette Vega.

Los talleres tuvieron el objetivo de facilitar habilidades artísticas en jóvenes, ofreciendo no solo la posibilidad de adquirir habilidades técnicas, sino que también propiciando un diálogo intergeneracional y un acercamiento significativo a la historia y la memoria que resguarda este lugar. «A través de la fotografía y la composición musical, la Fundación buscó potenciar habilidades creativas y valores como el trabajo colaborativo, el sentido de pertenencia y comunidad. Esta iniciativa es importante ya que nos permitió conectar con nuevas generaciones quienes se acercaron a la historia y memoria del Estadio, resignificándola como un espacio vivo para la cultura y el encuentro», señaló Rocío Guajardo, encargada del área de cultura del Sitio de Memoria Estadio Victor Jara.

Para Paula Castillo, participante del taller de fotografía, afirmó que su experiencia en el taller fue «demasiado gratificante a pesar de ser de corta duración, logramos aprender mucho y más allá de lo técnico, aprendiendo a cómo contar una historia a través de nuestras fotografías. En mi caso, yo retraté en mi exposición mi gran pasión que es la danza». Paula recalcó que su mayor aprendizaje fue «observar de manera distinta». Su compañero, Martín Herrera indicó que «fue muy genial participar de este proceso. Aprendimos muchas cosas como la diferencia entre mostrar y exponer, de la importancia de involucrarse con lo que estamos fotografiando».

(De izquierda a derecha) Exposición fotográfica de Martín Herrera y Paula Castillo

Compañerismo, confianza y creación

Los Martínez fue la banda que se formó dentro de las clases del taller de introducción a la composición musical, una agrupación conformada por Cristóbal Zúñiga, Martina Martínez, Martín Díaz, Ayub Salhi y Martín Morales, quienes compusieron la canción Corazón Clandestino. Lissette Vega, profesora del curso, detalló que las y los chicos «propusieron desde el pensamiento, la crítica, también aportaron mucho desde la armonía y la melodía, defendiendo sus ideas. Fue algo muy bello poder verles tomar y asumir roles, verles disfrutar la canción. Espero que esta experiencia pueda ser muy significativa como compositores y compositoras de este proceso».

Cristóbal Zúñiga (16), quien fue el baterista de este curso, indicó que las clases fueron una experiencia «muy importante para mi desarrollo como músico. Lo pasé bien, hice nuevos amigos. Fue una experiencia memorable y estoy muy agradecido de esta oportunidad». Por su parte, para Martina Martínez (17), quien se sumó con su canto en la banda, valoró a la Fundación por «otorgar un espacio con una gran carga simbólica, que ha pasado por procesos históricos muy difíciles, también por facilitarnos material pedagógico. Esto aportó a mi experiencia personal. Yo ingresé al taller porque quería aprender a socializar más. Yo no tenía conocimientos de música, pero me encantó participar», señaló la joven de 17 años.

Martín Díaz, de 14 años, tocó la guitarra eléctrica y comentó que «me gustó mucho este taller, fue una muy bonita experiencia. Me encantó el entusiasmo de la profesora, hacía que todos participáramos, nos integraba a todos. Nos tomó mucho en cuenta y nos dio tiempo a todos para que puediéramos reflexionar de la canción y la pudiéramos completar. También me encantó conocer a nuevas personas, me hizo darme cuenta que sí puedo socializar, me pude soltar».

Integrantes del curso de «Musicaliza tus ideas» junto a su profesora Lissete Vega

Ayub Salhi (17), guitarrista y una de las voces de Los Martínez aseguró que este taller le pareció «muy bueno, conocí a gente muy interesante. Siento que este proceso me ayudará mucho en mi formación como músico y en cómo me relaciono con las personas. Fue muy lindo compartir con nuevas personas y la actitud de la profesora fue muy buena».

Por último, Martín Morales (14), bajista de la agrupación, reforzó lo mencionado por sus compañeros y su compañera, «para mí fue una experiencia excelente, conocí a gente nueva y que compartía mi intereses, la música de Victor Jara. Me encantaría poder repetir este taller, porque fue muy emocionante y era algo que yo buscaba hace mucho tiempo».

Durante la entrega de diplomas a las y los estudiantes, se les entregó un pack de tres ediciones de la revista La Bicicleta, las que dan a conocer la vida y obra de Víctor Jara en un formato de cancionero. Una revista que en la década de los 80 fue distribuida durante la dictadura civil militar, siendo parte de la resistencia cultural. Así también, en paralelo a la actividad de cierre, el taller de serigrafía de la Escuela Popular: jóvenes, memoria y derechos humanos» de la Fundación realizó una muestra de sus avances.

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