Alicia Lira, Mike Gatehouse, Diane Dixon, Verónica Ciriza y Joyce Horman describieron el legado de Joan Jara, profesora de danza, defensora de las memorias y los derechos humanos, y viuda de Víctor Jara.
Un 20 de julio de 1927 en Londres (Inglaterra) nació Joan Alison Turner Roberts, quien se enamoró de la danza cuando su madre la llevó al Haymarket Theatre para ver la coreografía de La mesa verde de Kurt Jooss por la compañía de danza moderna alemana Ballets Jooss.
Fue en 1947 que ingresó a la Escuela de Danza de Sigurd Leeder y luego de tres años de estudio, ingresó en 1951 a la compañía que la cautivó en el mundo de la danza, el Ballets Jooss. En la compañía conoció al coreógrafo, bailarín y actor chileno Patricio Bunster, con quien se casó en octubre de 1953 y tuvo a su primera hija, Manuela.
Al año siguiente, Joan viajó y se instaló en Chile para continuar su profesionalización en el mundo de la danza, ingresando al Ballet Nacional Chileno, donde ejerció como bailarina y, posteriormente, coreógrafa. También ejerció la docencia de esta disciplina en la Universidad de Chile, donde conoce a Víctor Jara, quien fuera su compañero tras el divorcio con Patricio Bunster.
Entre el amor de Joan y Víctor nació Amanda, pero también desde el amor, trabajaron junto a comunidades populares por un proyecto político y social para desenvolverse en el arte y la cultura desde lo colectivo. Un proyecto de ambos que fue frustrado por el Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 encabezado por las Fuerzas Armadas de Chile lideradas por Augusto Pinochet. Víctor Jara, como miles de personas, fue secuestrado, torturado y asesinado deliberadamente.
Fue así que Joan, a pesar del peligro, comenzó a exigir verdad, justicia y reparación por el asesinato de su esposo. Desde el exilio en Londres -adoptando el apellido Jara-, recorrió diversos países para denunciar los vejámenes de la dictadura, pero también para defender las memorias de todos y todas quienes fueron víctimas de ella. Luego en su retorno a Chile, esta lucha se materializó en la creación de la Fundación Víctor Jara en 1993, para difundir el legado artístico, social y cultural del músico y director de teatro. De manera testimonial, también escribió su libro “Víctor, un canto inconcluso”, donde narra los eventos de su vida antes, durante y sin Víctor, aportando datos del contexto social, cultural, político y artístico de Chile.
La memoria de Joan Jara
A 97 años de su natalicio, amigos y amigas comentan y describen el legado de Joan Jara. Alicia Lira de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, afirmó que “Joan tuvo el coraje y la valentía de caminar sola en los peligros para recuperar el cuerpo de su amado, Víctor, pero también fue una mujer, dueña de casa, que buscaba la seguridad de sus hijas y arriesgó su vida recorriendo el mundo buscando la solidaridad, pero lo más importante es que esa solidaridad era para el pueblo chileno, para todas las víctimas de este país de dictadura civil-militar”.
“Recorrió el mundo con esa fortaleza, con esa dignidad, con ese amor infinito. Por eso en este cumpleaños hablamos de esa gran mujer, bailarina, pero que a nosotros nos entregó un legado de coraje, de belleza, de ternura y dureza cuando tenía que ser dura, porque así era la lucha contra la dictadura y así fue siguiendo la lucha en democracia”, agregó Alicia Lira.
Por su parte, Verónica Ciriza de la Compañía de Danza Espiral, manifestó que “Joan siempre estará presente en nuestra memoria por las inmensas enseñanzas que nos dejó, que son raíces profundas que seguirán creciendo en su hermosa Escuela Espiral por siempre”.
Mike Gatehouse, miembro de la dirección de lo que fue The Chile Solidarity Campaign, recuerda a Joan como “una mujer muy sencilla, seria, pero con un compromiso férreo. Fue una de las personas claves en la solidaridad mundial con el pueblo chileno dedicándose a la lucha por restaurar la democracia en Chile y que Augusto Pinochet entendió muy bien que la cultura es uno de los campos más importantes en la lucha democrática y por eso el general traidor asesinó entre miles de otros, a Víctor Jara, al marido querido de Joan, actor, director de teatro, compositor y cantante popular de la Nueva Canción Chilena”.
Gatehouse además detalló que “Joan llegó a Londres junto con sus hijas Manuela y Amanda, teniendo que crear una vida nueva, partiendo sin nada. Trabajó de una forma incansable, viajó a todos los rincones de Gran Bretaña y luego a muchos otros países acompañando a los músicos chilenos como el Quilapayún, al Inti-Illimani, a Isabel Parra y muchos otros. Se dio la tarea de rescatar, conservar y de reanimar todo lo que había en el progreso de imaginación de participación y de vida en la cultura popular de Chile”.
Diane Dixon, quien también formó parte de The Chile Solidarity Campaign, comentó que “Desde el momento en que Joan llegó al Reino Unido durante el exilio era infatigable y desafiante en su lucha por la verdad y la justicia. Viajó por el mundo con su mensaje, habló en incontables eventos públicos movilizando a la gente en una defensa de los Derechos Humanos y quiero destacar la colaboración que dio a luz a la película Compañero y su libro Víctor, un canto inconcluso como aporte sumamente significativos a la labor que empezó hace tantos años”.
Mientras que Joyce Horman de Charles Horman Truth Foundation, aseguró que Joan “fue una inspiración muy importante para mí. Pienso en ella con frecuencia. Su valentía y gracia dieron un gran ejemplo de cómo buscar justicia para los crímenes contra los derechos humanos. Ella fue una de las primeras en enfrentarse a la violencia de Pinochet yendo a ver y reclamar el cuerpo de Víctor en tiempos muy peligrosos para ella”.También rememoró cuando Joan fue a Nueva York para honrar los 25 años de la película Missing, instancia en la que la viuda de Víctor Jara contó su historia y “conmovió a todos los que la escucharon”.
“Fui testigo de su valentía en la sala del tribunal de Orlando, Florida, en el juicio de Pedro Barrientos por la tortura y el asesinato de Víctor Jara. Fue una experiencia formidable y un ejemplo más para todos los que estuvimos allí. Ella nunca titubeó, aunque sé lo difícil que debe haber sido durante tantas décadas. Es una mujer extraordinaria que ha sido reconocida mundialmente como una gran líder y luchadora por la justicia por crímenes contra los derechos humanos. Siempre será recordada por su liderazgo, su valentía y su fortaleza”, concluyó Joyce Horman.
Puedes ver los videos íntegros de los saludos en el perfil de Instagram de la Fundación Víctor Jara.